por Gastón Laborido (gaston_laborido1@hotmail.com)
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Montevideo Rowing Club [gráfico].1928. Imagen tomada de: http://bibliotecadigital.bibna.gub.uy:8080/jspui/bitstream/123456789/70379/1/ABN_12057.jpg
Presentación
El siguiente texto forma parte de una secuencia de escrituras que fueron publicadas en este mismo sitio. En otros trabajos se examinó la importancia del club deportivos como una de las instituciones fundamentales del deporte moderno y las primeras experiencias de instituciones deportivas organizadas en el Uruguay, concretamente durante el periodo 1842-1874.
En esta ocasión analizaremos el surgimiento y el desarrollo del primer club de remo en Montevideo durante la década del 70 del siglo XIX. Se trata de una década muy especial para la historia del deporte uruguayo, ya que el periodo 1870-1880 implicó el empuje y auge de las actividades deportivas y un ambiente que tendió a la agitación de fundación de clubes. Alrededor de 1873, había quedado definido el proceso de integración de nuestro movimiento deportivo. Como aseveran J. Buzzetti y E. Gutiérrez Cortinas (1965) “en el periodo 1870-1875, el empuje y auge de las actividades náuticas, que se señalaban como una verdadera necesidad nacional, impulsadas por la importancia que día a día adquiría el Puerto de Montevideo” (p. 40).
Si bien existió en nuestro país la experiencia del Victoria Cricket Club, entidad creada en 1842, hubo que esperar hasta la década del setenta del siglo XIX para ver el surgimiento de los primeros clubes deportivos estables. En el caso uruguayo los colegios británicos fueron importantes instrumentos de implementación y de difusión deportiva. La colectividad inglesa dentro del Montevideo Cricket Club (1861) y del Montevideo Rowing Club (1874) incorporaron los deportes en este orden: cricket en 1861, remo en 1874, rugby en 1875, fútbol en 1878, atletismo en 1878, natación en 1888 y el waterpolo en 1891.
En este trabajo se estudiará el Montevideo Rowing Club, primer club de remo del Uruguay, con gran importancia en el siglo XX aportando deportistas que obtuvieron medallas de bronce y plata en los Juegos Olímpicos de 1932, 1948 y 1952. Con el Montevideo Rowing Club nació un club que tuvo una fundamental gravitación en toda la evolución de nuestro deporte. Llegado el año 1880 encontramos un escenario en el cual habían surgido clubes, sociedades o asociaciones de los diferentes deportes.
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La década del 70 en Uruguay
En la primera mitad del siglo XIX no puede hablarse de una economía articulada y claramente diferenciada de los demás países de la región. De acuerdo a M. I. Moraes (2016) “a partir de 1870 una economía uruguaya en ciernes experimentó un primer ciclo de crecimiento económico moderno jalonado por etapas de apogeo y de crisis que anticipaban lo que habría de ser la dinámica turbulenta y volátil del capitalismo uruguayo” (p. 133).
El gobierno de Lorenzo Batlle (1868-1872) tuvo que enfrentar graves crisis políticas y financieras. En 1865-1866 se desató una crisis en Uruguay que puso en peligro el sistema monetario y financiero, puesto que una crisis de capitales del mercado británico se conjugó con problemas específicos del Banco Mauá que en ese entonces era una suerte de organismo financiador del Estado. El gobierno se vio obligado a decretar de manera temporaria el curso forzoso de la moneda fiduciaria y se abrió el debate en torno a las ventajas y desventajas de la convertibilidad del papel moneda. Ello provocó la protesta del alto comercio (que solo manejaba oro) y la consiguiente quiebra de varios Bancos en 1868. Se abrió una polémica pública entre los “cursisitas” (eran partidarios del papel moneda) y los “oristas” (partidarios del oro como moneda única).
Por otro lado, las crisis políticas estaban vinculadas a la debilidad del poder central, fuerte figura de los caudillos locales y la política de gobierno de Lorenzo Batlle que excluyó al Partido blanco del gobierno. Esto provocó la “revolución de las Lanzas” (1870-1872), ocasionando grandes daños en el campo. La guerra finalizó con un acuerdo entre los partidos que se basó en que los blancos recibirían jefaturas políticas de cuatro departamentos: Canelones, San José, Florida y Cerro Largo. Esto significó que una parte del país era gobernada por colorados y otra por blancos.
Este periodo es reconocido como el “legalismo principista”, nombre asignado por universitarios intelectuales liberales, quienes responsabilizaron a los partidos políticos y a sus caudillos por el desorden y el atraso del país. Afirmaban que el respeto de los principios legales y constituciones eran garantía de orden y prosperidad.
En 1873 se eligió nuevo presidente, José Ellauri, representante de esos valores principistas. Su periodo duró solamente dos años. Las fuerzas económicas más poderosas del país (estancieros y el alto comercio) aspiraban a una organización política que garantizara la colocación de capital al extranjero, ya que en la segunda mitad del siglo XIX Europa extendió su predominio económico sobre todos los continentes haciendo surgir una economía mundial que la tenía como centro. Ellauri tuvo resistencia, ya que esas fuerzas vivas consideraban que solo el Estado podía crear las condiciones favorables para su desarrollo.
De esta manera, en enero de 1875 se produjo el motín militar que alejó a Ellauri y dio el poder a Pedro Varela. El Ministro de Guerra era el coronel Lorenzo Latorre, quien fue el encargado de vencer la llamada Revolución Tricolor liderada por principistas que estaban exiliados.
Las clases altas urbanas y rurales se hastiaron de las crisis políticas y económicas que conmovieron los primeros años de la década del 70. Su crecimiento era imposible en esas condiciones y fueron a buscar un gobierno militar. El ejército apareció en el escenario político y vino a reemplazar a los caudillos y doctores. En consecuencia los grupos de presión como los estancieros, el alto comercio y el ejército, así como potencias extranjeras –Gran Bretaña-, apoyaron el ascenso del coronel Lorenzo Latorre al poder en 1876 ejerciendo la presidencia como “gobernador provisorio”. Así comenzaba una nueva etapa de la historia del Uruguay denominada Militarismo. Con el Militarismo Uruguay comenzó un proceso de transformaciones y modernización de su economía para insertarse fluidamente en el sistema capitalista mundial. También supuso un Estado eficiente y fuerte.
El Militarismo difiere de los gobiernos anteriores, valiéndose de medios técnicos y modernos para imponer su autoridad en todo el país. En síntesis, la primera etapa del Militarismo protagonizada por Latorre tuvo logros como: defensa de la propiedad privada de la tierra y del ganado, establecimiento del patrón oro, reanudación del pago de la deuda pública, modernización del Estado, reforma escolar. El país empezó a recorrer el camino de una economía moderna al alto precio del desconocimiento de las normas jurídicas y los derechos civiles.
Frente al desorden financiero estatal, crecieron la producción y la exportación; frente a la arbitrariedad del gobernante, mejoró la administración, avanzó la secularización y se afirmó la conciencia de la nacionalidad uruguaya. El país se encaminaba a convertirse en nación.
Primer club de remeros: el Montevideo Rowing Club (1874)
El proceso económico uruguayo del último cuarto del siglo XIX implicó la fuerte presencia británica en la región. En el Uruguay, la práctica de los deportes modernos surgió naturalmente en la colectividad británica. El deporte llegó a Montevideo en el siglo XIX, cuando los ingleses lo introdujeron en el Río de la Plata y en otras partes del mundo, de la mano del ferrocarril, intercambios con la marinería y de la acción de los colegios ingleses.
Como señala J. C. Luzuriaga (2009), su difusión en la sociedad uruguaya siguió la misma lógica que en Gran Bretaña y en otros países, pasando de las elites al resto de la población en forma de cascada. En este sentido, como indican J. Buzzetti y E. Gutiérrez Cortinas (1965) “en ese clima general, también se extendió el deporte. Y por primera vez se empieza a agitar el ambiente tras la fundación de un club deportivo de regatas, que tomó concreción dentro de la colectividad inglesa” (p. 40).
El 8 de mayo de 1874 surgió una nueva institución deportiva de residentes británicos, un club de remeros: el Montevideo Rowing Club. El contacto portuario y naviero inspiró a un grupo de residentes ingleses a la organización del club. Muchos de sus fundadores estaban ligados directamente a las tareas del puerto: eran dueños de barracas de importación (como Wilson o Elliot); o de muelles particulares (como los de Victoria y Colón); o los industriales relacionados con la reparación de barcos y varaderos (como Federico Humphereys); o simplemente residentes ingleses que ya habían practicado remo en el Támesis (como Fraser o Ludeke). Todos ellos dieron el impulso para fundar un club de remo, ya que los criollos se mostraban indiferentes a deportes como este, aún siendo un país con extensas costas marítimas y fluviales.
La fuerte presencia inglesa en el Río de la Plata supuso la implantación de los deportes modernos. Antes de la fundación del Montevideo Rowing Club, en Argentina el remo comenzó hacia 1857-1858 en la Recoleta. En 1873 apareció el Buenos Aires Rowing Club y tuvo su réplica en Montevideo.
El Montevideo Rowing Club fue fundado en el Hotel Central de Montevideo y según sus actas se reunió la Asamblea Preliminar constitutiva el 8 de mayo de 1874. Sus fundadores fueron 48 y se nombró como presidente de esa asamblea a Samuel Alejandro Lafone Quevedo, quien era hijo del inglés Samuel Fischer Lafone, importante dueño de saladeros de Montevideo. Samuel A. Lafone, al igual que su padre era una figura importante en las esferas económicas y sociales en el Río de la Plata, ligado estrechamente al capital británico. A su vez, Samuel A. Lafone tenía trayectoria en la práctica del remo, en 1870 tripuló el “Lala” que ganó la primera regata trascendente del remo argentino entre el Tigre y el muelle de Buenos Aires.
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Races organized by the Montevideo Rowing Club in Montevideo Bay, c. 1890. The Hotel Nacional, in the background, was one of the greatest schemes of the National Company of Credit and Public Works. Victim of the 1890 crisis, the building was never operational, and the French manager stayed some years in the empty hotel waiting for an inauguration that never happened. Imagen tomada de: https://imperialglobalexeter.files.wordpress.com/2015/10/montevideo-1890s.jpg?w=760&h=557
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El 27 de mayo de 1874 se celebró la primera Asamblea General para elegir a las autoridades. Se eligió ese día como primer Presidente Honorario a José Ellauri, entonces presidente de la república. Ese gesto tiene ciertas particularidades, porque desde 1871 estaban suspendidas las relaciones diplomáticas con Gran Bretaña; Londres era un acreedor muy exigente y Uruguay había interrumpido el pago de intereses a los acreedores británicos.
La primera Comisión Directiva presentaba la siguiente integración: Mayor John Munro, H. B. M. Cónsul (presidente); doctor Luis A. Fleury (vicepresidente); Arthur B. Boutell (capitán); Francis Chevallier-Boutell, E. T. Christian, H. G. Hicks, T. J. Netleship, F. Roberts, P. Whishaw, E. Turner, L. Grassie y A. M. Grant (vocales).
El 7 agosto se inauguró el primer local social que también sirvió de albergue de las embarcaciones. Esa sede fue a los fondos de la Barraca Elliot. De allí a la Barraca Fynn en 1875, en 1884 a la de Jackson. Volviendo en 1884 a la Fynn. En cuanto a la sede deportiva, hubo dificultades para ubicarla, pues conseguir un terreno al lado de la Bahía era difícil por la posible iniciación de las obras del puerto de Montevideo. La solución fue ubicarla en alguna barraca particular, construida sobre el muelle, lo que daba fácil acceso a las embarcaciones, pero precario a los remeros.
Los primeros botes que se adquirieron eran usados, los cuales pasaron a albergarse en el primer local social con el cual contó el Club. Si bien la historia considera a Fraser como uno de los primeros remeros del Club, y que compitió internacionalmente con remeros argentinos; los primeros triunfos importantes aparecieron con Arthur B. Boutell, primer capitán del club. Fue un remero destacado, dio al club los primeros triunfos en el año 1875, con su hermano Frank H. Boutell del Doubie Scull con timonel. Siguieron los triunfos internacionales de los hermanos Boutell, en 1875, 1876 (aquí integraron el Four con timonel) y en 1877. En aquella época, solo existían dos clubes de remo en el Río de la Plata. El Montevideo Rowing Club y el Buenos Aires Rowing Club.
El club adoptó los colores azul y negro, que fueron sugeridos por Francis Chevallier-Boutell, inspirado por los del London Rowing Club. Por otro lado, el club tiene la particularidad de crear su periódico, el “Eco del Rowing” que en sus comienzos era de forma manuscrita. Allí aparecían referencias a las campañas deportivas del club.
En suma, con el Montevideo Rowing Club nace un club que tendría una fundamental gravitación en toda la evolución de nuestro deporte.
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Imagen tomada de: https://encrypted-tbn0.gstatic.com/images?q=tbn%3AANd9GcQEHbEJ19vUTPiTT3b3RZjxtAM8UNDkufAlNg&usqp=CAU
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Referencias:
- ARIAS, Carlos y REISCH, Matilde (2004). Movimiento clubista y desarrollo deportivo en el Uruguay. Revista NEXO, marzo 2004, Montevideo.
- BUZZETTI, José y GUTIÉRREZ CORTINAS, Eduardo (1965). Historia del deporte en el Uruguay (1830-1900). Montevideo: Ed. De los autores.
- GOMENSORO, Arnaldo (2015). Historia del Deporte, la Recreación y la Educación Física en Uruguay. Crónicas y relatos. Montevideo: IUACJ.
- LUZURIAGA, Juan Carlos (2009). El football del novecientos. Orígenes y desarrollo del fútbol en el Uruguay (1875-1915). Montevideo: Santillana.
- MORAES, María Inés (2016). El proceso económico. En: G. Caetano (Dir.) y A. Frega (Coord.), Revolución, Independencia y construcción del Estado (pp. 133-173). Montevideo: Planeta.
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